Dylan Nails y su esposa, Emma, estaban comprando comida en un restaurante de comida rápida de Makawao (Hawái) cuando, para su sorpresa, se dieron cuenta de que se había abierto un refugio de la Cruz Roja. Horas después, Dylan, pastor de la Iglesia del Nazareno Pukulani, recibió una llamada telefónica preguntando si el personal del refugio podía utilizar la impresora de la iglesia para hacer 1,500 copias de formularios de admisión para el refugio.

"Miramos hacia fuera, y se podía ver el resplandor viniendo hacia aquí", dijo Dylan.

Ese día fue el 8 de agosto de 2023, en las primeras horas de los mortíferos y devastadores incendios forestales que asolaron la isla de Maui. Horas después, el matrimonio Nails pudo ver las llamas desde la iglesia.

La Iglesia del Nazareno Pukulani ha estado ayudando a la comunidad desde el principio del desastre. Desde la evacuación inicial hasta la distribución de alimentos para comenzar el proceso de reconstrucción, la iglesia ha acompañado a su comunidad en cada paso del camino.
En esas primeras horas, la iglesia compró 250 colchones de aire para ayudar a proporcionar camas a los evacuados en el refugio de la Cruz Roja. Cuando el refugio se vio desbordado, la iglesia abrió su espacio.

En los días siguientes, la iglesia siguió proporcionando espacio para el desbordamiento del refugio. Dylan dijo que acabaron en su mayoría con viajeros o familias de turistas que se vieron desplazados de sus estancias a causa de los incendios. La iglesia ayudó a proporcionar transporte de vuelta al aeropuerto para abandonar la isla.

Los incendios duraron del 8 al 11 de agosto; y muchas carreteras de Lahaina quedaron bloqueadas, con las autoridades controlando quién podía entrar y salir de la zona.

"Pero Dios hizo un camino, para que tuviéramos un pase", dijo Dylan. "Así que, a la vez que teníamos un refugio, tomábamos el autobús de nuestra iglesia, y llevábamos y traíamos suministros a Lahaina".

Ahora, más de ocho meses después del inicio del desastre, los nazarenos de Pukulani han pasado por diferentes etapas de ayuda.

Gracias a una subvención de las autoridades locales, la iglesia instaló una máquina de agua atmosférica WAIEA que funciona con energía solar. La máquina toma el agua de la humedad del aire y la convierte en hasta 100 galones de agua al día. Hasta la semana pasada, habían repartido 21,000 galones de agua.

La iglesia también ayudó con la distribución de productos, repartiendo a 75-100 automóviles al día. Organizaron ocho jornadas de distribución en las que repartieron productos agrícolas y otros artículos, como neveras, generadores y artículos de higiene personal.

Muchos programas de ayuda han empezado a proporcionar a las víctimas vales de comida y otras oportunidades de ayuda. Y aunque hay muchos sistemas en marcha, Dylan afirma que sigue habiendo gente que se escapa por las "grietas" del sistema. A ellos es a quienes esperan ayudar los nazarenos de Pukulani.

La iglesia ha empezado a abandonar las actividades de ayuda directa; y ha empezado a ayudar a construir casas para los desplazados por los incendios. Han construido dos casas que ya se alquilan, y cuatro que están en la fase final de construcción. Este proyecto cuenta con una subvención de los Ministerios Nazarenos de Compasión.

Dylan dice que para los nazarenos de Pukulani se trata simplemente de intentar hacer algo para ayudar.

"Las iglesias se nos han acercado y nos han preguntado cómo nos hemos involucrado en los esfuerzos de recuperación", afirma Dylan. "Acabamos de empezar en alguna parte".

Dylan puso el ejemplo de la Iglesia del Nazareno Lincoln City de Oregón, que envió más de 20 edredones que pudieron distribuirse.

"Sólo haz lo que puedas", dijo Dylan. "Empieza por ahí, y Dios lo bendecirá y hará que sea abundante".