En un rincón aislado de las granjas de Michigan, una pequeña Iglesia del Nazareno se ha convertido en el único proveedor de clases de inglés del condado. Algunos de los primeros alumnos están a punto de convertirse en miembros de la Iglesia este verano.

Las clases comenzaron después de que a un pastor de la Iglesia del Nazareno Hastings se le ocurriera la idea de iniciar un ministerio multiétnico. Pronto el personal de la iglesia se enteró de que no había cursos de inglés en Hastings, ni siquiera en el condado de Barry.
La iglesia se asoció con West Michigan Works, una organización que ayuda a los residentes a conseguir trabajo, para ser anfitriona de las clases y se puso en marcha para encontrar estudiantes.

"Nos pusimos en contacto con muchas granjas de la zona en las que predominan los trabajadores hispanos permanentes o emigrantes", explicó el pastor Danny Quanstrom.
Su mensaje era que vinieran a aprender inglés y encontraran "formas de conectarse mejor con la comunidad y mejorar sus habilidades laborales".

Hastings fue una vez una ciudad conocida por segregarse a propósito de cualquiera que no fuera blanco, por lo que Hastings Naz ha intentado ser un ejemplo de lo que realmente es el reino de Dios.
"El Reino de Dios es multiétnico, multilingüe y multinacional", afirmó Quanstrom. "Si se supone que el reino de Dios vendrá a la tierra en Hastings como en el cielo, entonces tal vez deberíamos estimular esta realidad".

Hastings Naz pronto dará la bienvenida a algunos de los estudiantes como miembros de la iglesia, entre ellos Erick Ramos, que comenzó a tomar clases de inglés hace apenas 10 meses. Atribuye a las clases el haber traído a su familia a Hastings Naz.

"Llevo un año en la clase de inglés y, desde el primer día, me sentí motivado y, sobre todo, aceptado", afirma Ramos. "Desde el primer día, nos sentimos aceptados, acogidos y en confianza. Aunque no dominábamos del todo el idioma, nos tuvieron en cuenta y nos hicieron sentir como en familia".

Ramos se trasladó a Hastings desde México para trabajar en algunas de las granjas locales. Y aunque el cambio fue duro para él y su familia, Hastings Naz es la razón por la que ahora se sienten como en casa.

"Aquí nos sentimos a gusto. Nadie nos juzga", dijo Ramos. "Al contrario. [La iglesia] nos ayuda a desarrollar nuestra fe con la predicación, el culto, la enseñanza y el servicio a los demás".

Ramos y su familia se convertirán en miembros de la iglesia una vez que terminen sus clases de membresía. Y pronto, la iglesia ofrecerá clases de membresía en español.

Quanstrom dice que el corazón de la iglesia para llegar a su comunidad y encontrar a los que están fuera o marginados es lo que llevó a aprender acerca de la necesidad no atendida de clases de inglés.

"Debemos ser un lugar acogedor para todas las naciones, tribus y lenguas", afirmó Quanstrom. "Y la iglesia, especialmente, debe serlo y debe promoverlo en nuestra comunidad para reflejar mejor el reino de Dios".