Cuando el edificio de una escuela secundaria cercana resultó dañado por un incendio, la Iglesia del Nazareno West Chester se ofreció a acoger a los 480 estudiantes para que aprendieran presencialmente hasta que pudieran volver a su edificio.
En la mañana del 4 de septiembre, el superintendente adjunto del distrito escolar de Lakota, Robb Vogelmann, recibió una llamada telefónica informando de que la Hopewell Junior School estaba en llamas. Como vivía a pocos kilómetros de la escuela, se subió a su vehículo y se acercó a ver qué ocurría.
"El fuego atravesaba el tejado de la escuela", explica Vogelmann. "El resto del edificio sufrió grandes daños por el fuego y se extendió el olor de un incendio desagradable por todo el edificio".

La evaluación inicial mostró que las clases no podrían reanudarse hasta dentro de tres semanas. Por suerte, ese día era festivo en Estados Unidos, por lo que no había clases.
Aunque la escuela podía adoptar el aprendizaje a distancia gracias a algunos de los procedimientos y equipos implantados durante la pandemia del COVID-19, Vogelmann y el personal querían evitar pasar a un protocolo de aprendizaje a distancia. El equipo empezó a evaluar sus opciones, incluido un centro comercial con locales vacíos y algunas iglesias cercanas.
Una de ellas era la iglesia de Vogelmann, la Iglesia del Nazareno West Chester, a menos de un kilómetro y medio del campus de la escuela. La mayoría de las opciones fracasaron, así que Vogelmann envió un mensaje de texto al pastor principal de West Chester, Alex Mahaffey, que tiene un hijo actualmente matriculado en Hopewell.

"Cuando nos contactaron, dijimos que era una obviedad", declaró Mahaffey a WCPO9 News. "Estamos aquí para servir".
Juntos, la iglesia, el personal de la escuela y el personal del distrito escolar trabajaron en la logística, incluidas las medidas de seguridad, la forma de servir los almuerzos de los estudiantes, y la asignación de espacio para las aulas y una sala de descanso para el personal. Finalmente, la iglesia recibió a los estudiantes para la primera sesión presencial el martes. Sólo faltaron 21 de los 480 alumnos.
La esposa de Vogelmann, Kalyn, es la presidente de discipulado del distrito suroeste de Ohio y coordina los ministerios de discipulado femenino para la Región EE. UU./Canadá. Ella recordó cómo muchos de los edificios del distrito escolar de Lakota se han ofrecido a las iglesias como lugar de reunión los domingos por la mañana.
"Ahora, la iglesia recibe a las escuelas", dijo Kalyn.
La hora de "aula" de los alumnos tiene lugar en el santuario de la iglesia. Kalyn se ha asociado con otros pastores del personal para proporcionar un almuerzo para el personal de la escuela todos los miércoles; y se ha asociado con Lakota Mom's in Prayer para proporcionar cestas de aperitivos, dulces y flores para la sala de descanso. Además, el personal de la iglesia trajo una nevera grande para que los más de 40 miembros del personal de la escuela pudieran guardar sus almuerzos.

El personal de West Chester lo ve como otra oportunidad de abrir las puertas de la iglesia a la comunidad y mostrarles el amor de Dios.
Kayln espera que los estudiantes puedan recordar el amor que les mostró West Chester y volver si están buscando una iglesia o experimentando una encrucijada en su vida.
"Somos un pueblo misional como Iglesia del Nazareno", dijo Kalyn. "Es una oportunidad para que abramos nuestras puertas y digamos: '¿Qué podemos hacer? Estamos aquí para servir '".