Iglesia en Brasil crece en medio de los desafíos durante la pandemia
La Iglesia Bethel del Nazareno en Belo Horizonte, pastoreada por Adriano Pedroso, vivía un momento de avivamiento antes del distanciamiento físico que comenzó en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. La iglesia tenía nuevos miembros y muchas profesiones de fe además de miembros cuyas vidas fueron transformadas, pero las puertas de la iglesia tuvieron que cerrar siguiendo las regulaciones de las agencias de salud.
Lo que podría haber sido un desafío se ha convertido en un impulso para una mayor inversión en equipos, capacitación del personal de multimedia, participación de los jóvenes y mayor alcance a las personas que aún no se han encontrado con el Señor.
A través de visitas a hospitales, apoyo a profesionales de la salud, canastas de alimentos y distribución de comidas, la iglesia extendió sus manos a la comunidad e incluso con las puertas cerradas, la iglesia creció. Se realizaron bautismos, se incrementó la ofrenda recolectada, y con ello se suplió la inversión en las necesidades de la iglesia y la comunidad local en ese momento.
“En general, vimos cómo el Espíritu Santo se movía de manera poderosa en la vida de las personas en Betel”, dijo Sandro Ribeiro, coordinador de estrategia de área para Brasil Central. “Esta es una iglesia en el modelo de Hechos 2:42-4. ¡Gloria a Dios!"