Lo que comenzó como una pequeña semilla en un área empobrecida de Boston, Massachusetts, se ha convertido en una historia de la fidelidad y la gracia de Dios casi 65 años después.

En 1953, cuando la estudiante de Eastern Nazarene College, Beth Goodnow Merki, asistió a un servicio misionero en la zona más empobrecida y peligrosa de Boston, se sintió impulsada a reclutar a sus compañeros de ENC para brindar servicios a los niños. Los estudiantes tuvieron la visión de iniciar Boston Chapel, una iglesia en Dover Street, conocida como la "calle sin salida" de Boston.

El proyecto se originó a través de la sociedad de evangelización estudiantil ENC, que inició una clase sencilla de escuela dominical para los niños. La asistencia promedio fue de 40 en el primer año, y al final del año escolar, los estudiantes realizaron un picnic al que asistieron 72 personas del vecindario. Según The Spirit Makes the Difference, los estudiantes financiaron toda la operación de manera colectiva. Boston Chapel se convirtió en la primera Iglesia del Nazareno en la ciudad de Boston, que en ese momento era la única ciudad importante de Estados Unidos sin una Iglesia del Nazareno establecida.

Muchos de los estudiantes que trabajaron en Boston Chapel durante su tiempo en ENC eventualmente pasaron a servir como misioneros y ministros. Una joven que asistió, Jossie Owens, finalmente se convirtió en superintendente del Distrito New England.

Mientras eran estudiantes de ENC, los misioneros nazarenos retirados Chuck y Doris Gailey recogían regularmente a los niños del vecindario para la iglesia en su camioneta, a veces apretujando hasta 22 niños. Los Gailey se sintieron especialmente atraídos por la familia Blakely. Edward y Earlean tenían 12 hijos y estaban trabajando duro para mudarse de Dover Street.

Chuck y Doris a menudo les daban un descanso muy necesario al llevar a los seis niños más pequeños a dar un paseo de diversión a Wollaston Beach. Incluso después de que los Blakelys se mudaran, Chuck y Doris todavía iban a recoger a los niños para ir a la escuela dominical. Cuatro años después, los Gailey se dirigían a África como misioneros y perdieron el contacto con la familia Blakely.

Hace unos meses, el hijo de Chuck y Doris, Rob, encontró un tal Michael Blakely a través de LinkedIn. Rob le envió un correo electrónico y le explicó que estaba tratando de encontrar a los Blakelys en nombre de sus padres.

Mikey respondió en cuestión de momentos.

¿Cómo se llaman tus padres? Si sus nombres son Chuck y Doris, los recuerdo".

Mikey llamó a Chuck y Doris al día siguiente y hablaron por primera vez en casi 63 años.

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“Nuestra familia siempre te ha recordado”, explicó Mikey. “¡Hemos hablado de ti a lo largo de los años, y solo estábamos hablando de ti unos días antes de que Rob me contactara! Dejaste una huella indeleble en nuestras vidas".

Poco después, Chuck y Doris fueron bendecidos al recibir un hermoso arreglo de flores y un ramo de frutas de Mikey. Su tarjeta decía, en parte: “Por los frutos de su trabajo. Con amor, gratitud y el recuerdo de cómo me bendijo a mí y a mi familia. ¡A Dios sea la gloria!” Con amor, Mikey".

Chuck y Doris se emocionaron al descubrir que Mikey está sirviendo al Señor sirviendo a los demás. Mikey está ministrando en el vecindario de Jamaica Plain en Boston, donde se esfuerza por brindar salud y plenitud a las familias y la comunidad a través del Centro de Artes Creativas Edward y Earlean Blakely. El tema de Mikey para su ministerio es "A Dios sea la gloria".

Recientemente, Chuck y Doris viajaron a Massachusetts para ponerse al día con Mikey, quien compartió que todos sus hermanos son cristianos. Sus padres ahora tienen más de 260 descendientes, muchos de los cuales sirven al Señor.

“Chuck y Doris Gailey dejaron una impresión e impacto tan duraderos en mi vida que nunca lo he olvidado”, dijo Mikey. “Fueron instrumentos maravillosos que se tomaron el tiempo para amar a nuestra familia y llevaron a Dios a nuestra mesa. Durante más de 65 años, nuestra familia ha estado extremadamente agradecida por la obra misional que tuvieron con nuestra familia en Boston, y ahora escuchar lo que han hecho a nivel mundial como misioneros en África, y luego capacitar a misioneros a través del seminario, simplemente glorifica totalmente al Señor. y trae todo el círculo completo".