Betty Faul, originaria de Flint, Michigan, falleció el 13 de enero de 2021 a los 94 años de edad. Fue misionera y sirvió en el Caribe durante más de 38 años con su esposo, Larry Faul.

Betty Fay Foraker nació el 11 de junio de 1926 en Edmond, Oklahoma, donde vivió hasta los 11 años. Sus padres trasladaron a la familia a Grand Junction, Colorado, donde una familia nazarena la llevó a la iglesia por primera vez. Fue salva a la edad de 14 años y poco después recibió su llamado al campo misional.

Conoció a Larry en enero de 1945 después de mudarse a Nampa para estar con su hermana mayor, cuyo esposo fue reclutado para servir en la Segunda Guerra Mundial. Las hermanas asistieron a un juego de baloncesto en Northwest Nazarene College y Larry, que estaba trabajando en el puesto de comida, se ofreció a acompañarlas a casa después de sentirse atraído por Betty y su cabello rojo. El resto es historia, y Betty y Larry se casaron en agosto de ese año.

Larry se graduó de NNC en 1946. Aceptó su primera asignación pastoral al año siguiente en Dakota del Sur. La pareja sirvió como pastores en Dakota del Norte, Dakota del Sur y Missouri antes de solicitar a la Junta General una asignación misional, ambos sintieron el llamado a la obra misionera a una edad temprana.

Fueron asignados por primera vez a Barbados en 1952, y Larry se desempeñó como superintendente de distrito. La pareja sirvió allí durante 17 años. Después de una breve parada en Guyana en 1969, se mudaron a Trinidad durante cuatro años antes de convertirse en superintendentes del recién creado Distrito Antigua. Sirvieron en Antigua hasta 1984 y pasaron sus últimos seis años como misioneros en Jamaica.

Mientras Larry ayudaba a los ministros de Barbados, Betty era secretaria y contadora de los misioneros y del distrito. También ayudó a ejecutar un programa bíblico después de la escuela para los niños de su comunidad. Según su familia, la infancia y la juventud eran su pasión. Después del grupo de jóvenes los miércoles por la noche, recibía a los adolescentes en su casa para disfrutar de palomitas de maíz y juegos. También ayudaba a organizar grandes programas para su iglesia, incluidos los programas de Cosecha y Navidad.

Betty fue precedida en la muerte por su esposo, Larry, quien falleció en 2016, y tres hermanos y tres hermanas. Le sobreviven sus tres hijos, Sharon Todd, Judith Weir y Linda Rouse; tres nietos; tres bisnietos y dos hermanas.