Cuando la esposa de Francis Kinnon lo instó a practicar algo de ejercicio, fue a mirar su bicicleta, que había permanecido sin usar en su garaje durante años. La bicicleta necesitaba reparaciones, por lo que le pidió ayuda a su hijo Ben, un ingeniero que se encuentra desempleado debido a las órdenes de quedarse en casa. Mientras trabajaban juntos para reparar la bicicleta, sintieron que Dios les mostraba una oportunidad para ayudar a proporcionarles transporte a los trabajadores de primera línea.

Kinnon, quien también se encuentra desempleado, es un miembro activo de Church on the Corner, una Iglesia del Nazareno cerca de Blackpool, Inglaterra. El dúo padre-hijo decidió & nbsp; tomar donaciones de bicicletas usadas, repararlas y donarlas a los trabajadores de la salud. Llamaron a su proyecto Bikes for Heroes (Bicicletas para los Héroes).

Después de anunciar el proyecto en varios lugares, incluido Facebook, recibieron 125 respuestas en 30 minutos. Muchos de los contactos ofrecieron darles bicicletas viejas, y algunos estaban solicitando bicicletas.

El primer día, recogieron 10 bicicletas, que llenaron su taller en el jardín e incluso la cocina. Tenían otro problema más allá del espacio limitado: los dos solos no podían reparar las bicicletas lo suficientemente rápido, mucho menos clasificar y responder a la avalancha de consultas, y luego entregar las bicicletas terminadas.

El amigo y compañero de Ben, el ingeniero Dave Sherry, se ofreció a ayudar con las reparaciones, mientras que el pastor de la iglesia, Ken Baker, ofreció el edificio de la iglesia como un taller.

"El edificio de la iglesia ha estado vacío y sin uso desde el cierre hace más de un mes", dijo Baker. "Pensé que era un proyecto maravilloso y un uso inteligente del espacio vacío".

Baker y Kinnon estiman que han recibido 150 bicicletas, y con un equipo de tres mecánicos trabajando largos días, hasta ahora se han reparado y donado alrededor de 40.

"Dios seguía mandándonos más y más", dijo Kinnon en una publicación de video en Facebook. “Nos sentimos abrumados por la respuesta del público en general. Entre más dimos, más Dios dio”.

El Ejército de Salvación se involucró, donando repuestos como frenos, velocidades, cables de velocidades, así como tres bases para que Ben, Dave y Kinnon pudieran realizar la reparación de bicicletas sin lastimarse la espalda al permanecer agachados durante horas.

Habían estado entregando las bicicletas usando su automóvil, en el que solo cabía una bicicleta a la vez. Una compañía escuchó sobre su trabajo y les ofreció una camioneta para entregas.

"Comenzamos con la camioneta pequeña y, obviamente por la gracia de Dios, en cuestión de un día ya necesitábamos una camioneta más grande", dijo Kinnon.

Solo 10 días después de que publicaron por primera vez su anuncio de Bikes for Heroes, un hospital grande que se encontraba vacío fue donado como espacio para expandir su trabajo de reparación. Además, una empresa local ofreció una flota de camionetas para ayudar en la recolección y distribución de bicicletas, así como tarjetas de gasolina gratuitas para que los conductores pudieran cargar combustible gratis. La empresa también donó letreros magnéticos con el logotipo de Bikes for Heroes para cubrir el logotipo de la empresa en las camionetas.

"Mi hijo, quien se estaba volviendo loco en su departamento, ahora está usando sus manos y su mente para trabajar y se siente fantástico por eso", dijo Kinnon. “Su amigo Dave también decidió salir de su departamento para volverse productivo. Mi esposa, Bev, está realizando los trabajos administrativos. Mi hija, Rhys, nos está ayudando con las entregas. La amiga de mi hija está limpiando y haciendo los trabajos que a los ingenieros en particular no les gusta hacer. Se ha convertido en un grupo completamente único de personas que se han unido".

--Iglesia del Nazareno Región Eurasia